El Nuevo Docente Del Siglo XXI.
Articulo #1
El
Nuevo Docente Del Siglo XXI.
Escrito
por Ing. Adán Edison Ureña Almonte.
Cuando
hablamos del docente o educar, de inmediatamente lo primero que nos llega a la
mente, es un profesor que ofrece e imparte clases en la escuela, a la cual los
padres les envían sus niños para aprender y educarse.
Este
pensamiento es correcto; pero más que todo si analizamos profundamente, el
concepto del educador o docente es más que solo un profesor; el educador es en
todo un contexto general lo que es un
formador, un editor, un coautor, un diseñador, un arquitecto, en fin un
artista. Lo que significa que el educador es el formador de un mundo nuevo, un
universo nuevo en los conocimientos y saberes.
Si
bien es cierto que los maestros de generaciones anteriores al siglo XXI tenían
su forma de educar y cabe resaltar que fue muy productiva, con resultados
excelentes acorde a ese contexto de
tiempo; también es cierto que los tiempos han cambiado sustancialmente, lo que
implica nuevas mejoras, técnicas y prácticas docentes e incluso la intervención
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y su
implementación y utilización, lo que implica una nuevas metodologías, nuevas
estrategias, nuevas planificaciones y nuevos recursos a utilizar acorde al
aprovechamiento del conocimiento y la adquisición del mismo por parte del
alumnado, como también por parte del educador. Pues así como el estudiante
aprende del maestro, el maestro también aprende
del estudiante en todo momento; la educación es recíproca.
El
nuevo docente debe incorporarse e integrarse
a los nuevos tiempos, a las nuevas demandas y exigencias de técnicas y estrategias de aprendizaje que
nos exigen la nueva generación digital de alumnos, por tanto es obligatorio que
el docente no se resista en ningún momento ni bajo ninguna circunstancia al
cambio; pues si se resiste, su clase no
sería aprovechada y seria aburrida para los estudiantes y no se transformara
esa escuela, por ende no sería productivo ese maestro para las demandas de la
enseñanza. Y es que el cambio debe iniciar primero en nosotros, en nuestra
mentalidad, tiene que haber en nosotros ese sentimiento, ese deseo de
implementación de lo nuevo con el único objetivo de lograr que mis alumnos
puedan educarse y aprovechar esa educación.
Pero
para todo esto, yo como docente debo conocer la diversidad contextual de la población
estudiantil con la cual trabajo, conocer su cultura, su ideología, su
religiosidad, su contexto político y
social; para poder entender así ese estudiante y poder trabajar su aprendizaje
respetando su contexto y adaptando e incorporando estrategias y técnicas de
estudios para esa clase de alumnado.
En
definitiva el docente del siglo XXI, debe ser más que un educador completo en todos los aspectos de la vida y
del conocimiento, debe ser dinámico, activo, innovador, abierto al cambio en
todo momento, actualizado e implementando nuevos cambios y mejoras, siempre con
el objetivo de que sus alumnos puedan aprovechar al máximo la educación. Es que
el educador o docente debe expresar en todo lugar; pero más que todo en su aula
de clases, su autoimagen( imagen física, personal y social, imagen presente y futura de su
persona, proyección futura , visualización de desarrollo personal , colectivo y
social), autoestima( Muestra de seguridad, entrega, pasión absoluta por el
logro de las metas y objetivos personales tanto a largo como a corto plazo,
Visualización optimista siempre venciendo los obstáculos y las barreras que se
les presenten en la vida), valores( Respeto, sinceridad, honestidad,
responsabilidad, servicio y
personalidad( Comprensión, servicio, entrega, pasión , dedicación, empatía,
simpatía, ayuda, de modo que el estudiante pueda percibir más que una clase o
materia en especifica; un conjunto y conglomerado de actitudes, aptitudes y
valores propios y que el estudiante aprenderá de su maestro y asumirá y que en
gran parte le servirán enormemente para toda su vida en su formación y que
marcara su vida actual y futura.
Un
buen docente debe siempre ser un psicoanalista en todos los aspectos de la
vida; pero sobre todo con sus alumnos; pues ellos así como todo ser humano
tiene sueños anhelos y deseos de desarrollo; pero también tienen problemas y
dificultades y he ahí en donde el
educador debe ser más que un guía, un analista de soluciones y ayudas para sus
alumnos. Pues en definitiva el educador es un formador de personas y formador
de formadores; es un artista que rediseña, que realiza una obra de arte en
nosotros, en nuestras vidas, en todos
los seres humanos y produce, construye y contribuye con un mejor mundo, una
mejor persona, una mejor nación, una mejor sociedad.